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ARGENTINA - Cristina Fernández de Kirchner en boca de todas

Luciana Rosende, Artemisa

Viernes 3 de agosto de 2007, puesto en línea por Manuela Garza Ascencio

Artemisa - ¿Votaría a Cristina Fernández de Kirchner? ¿Ha demostrado ella tener un perfil de género? En tanto mujer, ¿estaría en mejores condiciones que un presidente de desarrollar un programa de igualdad de oportunidades? ¿Qué implica tener una presidenta mujer? ¿Qué efectos tendría si se concreta? Mujeres de diferentes sectores sociales respondieron estos interrogantes, en el marco del lanzamiento de la campaña de la Primera Dama y senadora Cristina Fernández de Kirchner.

En un escenario político marcado por fuertes cuestionamientos a dos ministras y una secretaria de Estado de la gestión Kirchner, la conversación gira, inevitablemente sobre la condición de esposa de la candidata a presidenta, la inevitable cuestión de si tendrá o no voz y voto propios, si aprovechará su condición de mujer que ocupa el sillón de Rivadavia para encarar políticas de género, o si para desempeñarse como presidenta tratará de actuar como presidente. Cuatro preguntas y cuatro respuestas nos dan un panorama de lo que el movimiento de mujeres espera de una de las candidatas a ocupar la presidencia de los argentinos y argentinas, Cristina Fernández de Kirchner.

Dora Barrancos, directora del Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género

¿Votaría a Cristina Fernández de Kirchner? ¿Por qué?

1.- Debo meditar todavía mucho mi voto, pero si la pregunta se refiere aprevenciones porque es mujer, como puede imaginarse debido a mi filiación feminista, decididamente no es la cuestión. Apoyo con mucha fuerza la presencia de mujeres en la arena cívica disputando los cargos que siempre han estado en manos de los varones, con independencia de su identidad política.

¿Considera que CFK tiene un perfil de género?

2.- ’Perfil de género’ se presta a interpretaciones muy disímiles: si se trata del ’estereotipo’, es una copia fiel; pero si se trata de la modificación del ’perfil histórico del género femenino’, hay aspectos en los que su personalidad promete avances, y muchos otros en los que sin duda no. Avanza por el mero hecho de contender con los varones -y hasta creo que con su propio marido. Discrepo con algunas compañeras feministas: ella ha contribuido al poder del marido, tal vez más que lo recíproco. Ella se debe en gran medida a una construcción propia, tiene un largo recorrido militante, no es una personalidad débil y mucho menos sujetada. Pero por otra parte, su carencia de subjetividad feminista, el escaso interés por los derechos femeninos, ciertas formas de su actuación, revelan ángulos francamente no innovadores.

¿Una presidenta está en mejores condiciones que un presidente de desarrollar un programa de igualdad de oportunidades?

3.- ¡Ojalá fuera así! Pero eso no está garantizado. No nos cansaremos de decir que tener cuerpo de mujer no significa subjetividad feminista, compromiso con un programa que cambie la vida de las mujeres. Luchamos por la participación equitativa de los géneros más allá de los méritos de las mujeres que trajinan la arena política: es una cuestión de derechos y no de las ventajas comparativas de la ética femenina. Pero desde luego, toda vez que una mujer se lanza al ruedo, para disputar el poder masculino, no deja de haber una expectativa acerca de una posible ’representación’ del conjunto femenino. Pero es sólo una expectativa.

Más allá de las preguntas anteriores, ¿qué implica tener una presidenta? ¿Cuáles cree que serían los efectos en la Argentina de tener una mujer como primera mandataria?

4.- En principio es un paso notable, una señal de que la propia sociedad avanza, de que aumenta la participación femenina en los lugares estratégicos y esto sirve además como ’efecto demostrativo’. Anima a otras mujeres, y puede haber muchas más posibilidades para quebrar el estereotipo de la división sexual. Tengo optimismo acerca del desempeño de una mujer en el alto comando del país.

Mabel Bianco, presidenta de la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer.

1.- No. Porque creo que no tiene un programa de gobierno que promueva la inclusión de los hoy excluidos y marginados en la Argentina. Creo que continuará con las políticas asistencialistas y paternalistas que son necesarias en la emergencia pero que si se perpetúan son negativas porque generan conductas de dependencia política basadas en la necesidad económica. Además, si bien tiene un discurso pro derechos humanos, no incorpora realmente los derechos de las mujeres.

2.- No, CFK no tiene a mi criterio perspectiva de género. Si bien luce un aspecto muy femenino y cuidado, no tiene en otras conductas, ni menos aún en sus planteos, perspectiva de género. Incluso su forma de hablar y de actuar es muy masculina, hace política en forma más similar a los hombres que a las mujeres.

3.- En principio sí, pero esto es relativo en función de su compromiso con las mujeres y de su perspectiva. Isabel Perón fue un ejemplo de que ser mujer no alcanza, ella vetó la ley que el Congreso aprobó modificando la patria potestad, asignándosela indistintamente a la madre o al padre, dejando vigente la patria potestad o sea el derecho solo del padre a esta decisión.

4.- Una mujer como Presidenta puede ser muy importante para demostrar la igualdad real en una sociedad. El modelo de la Presidenta Michele Bachelet en Chile es lo que uno imagina como modelo de mujer feminista ejerciendo la Presidencia de la República. Tiene imagen de mujer común, actúa y hace política como mujer, aunque corresponde a un modelo no habitual porque ha sido madre sola y sin esposo. No usa la coquetería como arma de seducción sino que se remite a expresar sus opiniones sin querer atraer o convencer al otro con otras armas que no sean las racionales. Así se puede esperar que tener una mujer Presidenta ayude a lograr la igualdad.

Los argentinos ya tuvimos una Presidenta: Isabel Perón, si bien llegó por fallecimiento de su esposo, y ella no fue la elegida y votada en forma directa por la gente como Presidenta, creo sirve para análisis. En ese momento tener una mujer no fue algo positivo, demostró debilidad, no porque lloró públicamente sino porque carecía de opiniones y posiciones propias y dependió totalmente de algunos de sus colaboradores. Creo que en el caso de CFK no será así, pero sí que puede ser muy autoritaria y tal vez menos flexible en sus posiciones que un hombre y con poca capacidad de negociación como lo ha demostrado en el Senado. Esto creo ocurrirá, no por ser mujer sino por su característica de personalidad. Pero lamentablemente todo la malo se lo adjudicarán por su condición de mujer, y lo bueno quedará como algo no sexuado.

Cecilia Lipszyc, socióloga y Presidenta de la Asociación de Especialistas Universitarias en Estudios de la Mujer.

1.- Sí, porque me parece que puede, si logra construir poder propio y cumplir con lo que dice, profundizar el cambio institucional que es lo que le faltó al gobierno de Kirchner y yo creo que es una tarea importante. Lo demuestra el ataque el INDEC y varias acciones más, como los superpoderes y la reforma del Consejo de la Magistratura.

2.- No. Creo que ha eludido permanentemente esta cuestión, no por ignorancia, sino porque debe suponer como la mayoría de los dirigentes políticos que es un tema subvaluado y que con ese tema no se llega a lugares de poder.

3.- A la luz de las experiencias conocidas de los últimos presidentes en el mundo no es una cuestión de género y tampoco de ideología, impulsar la igualdad de oportunidades y de paridad en los cargos. El socialista Rodríguez Zapatero tiene su gabinete en paridad y el derechista Sarkosy ha colocado siete de los 15 ministerios de Francia a cargo de mujeres, también lo ha hecho Bachelet en Chile. Es el signo de la época.

Además nosotras seguimos esperanzadas que si muchas mujeres, no tres o cuatro, llegan a ciertos lugares de decisión en la política, lograremos modificaciones en las prácticas actuales. No porque somos mejores, sino porque las mujeres tenemos en lo social una inserción diferencial y en lo político estamos al costado de los mecanismos clientelísticos de los partidos políticos, por ello tenderían a dar respuesta, desde la esfera política, a las demandas sociales. Pero para ello es necesario que estén apoyadas por el movimiento.

4.- Ser presidenta/e en nuestro país implica cuestiones según la cultura política de la cual se proviene. En nuestro país hay una historia de sumo poder (el presidencialismo) y la cultura peronista conlleva aún improntas más fuertes de autoritarismo. En esta cosmovisión no sé si una presidenta mujer cambiará la cultura política imperante. Sobre todo porque las mujeres que han llegado a cargos altos de poder se han masculinizado para acceder a los mismos.

En sí el género no tiene mucho que ver, hay un ejemplo horrible en nuestro país, Isabel Martínez de Perón. Pero es muy importante como signo, como lo simbólico cultural que una mujer sea presidenta en un país que aún es muy patriarcal en sus prácticas cotidianas y sobre todo en lo político. Todas sabemos que a las mujeres les cuesta todo el doble, pero recientemente lo ha vuelto a decir Bachelet: ’Cuando un hombre habla fuerte, tiene carácter, cuando lo hace una mujer se puso histérica o furiosa, cuando un hombre se conmueve es sensible, la mujer no sabe manejar sus emociones; si un hombre se toma un tiempo para tomar una decisión es sabio y prudente, la mujer es indecisa”(Clarín, 14 de Julio 2007).

Diana Maffia, filósofa y diputada del ARI por la ciudad de Buenos Aires

1.- No. Considero ilegítimo el modo en que fue ungida. En sus cargos anteriores, como su marido, ha dado muestras de su preferencia por la concentración del poder y la decisión (contra las reglas de la democracia), su poco respeto por las opiniones divergentes, su incapacidad para la escucha, su desinterés por los problemas que condicionan la vida de las mujeres y otros grupos vulnerables. Los negocios desde el poder no sólo no están ocultos, son una de las prepotencias exhibidas como muestra de dominio. Su participación en la neutralización de la independencia judicial fue central. Presidió una comisión fundamental del Senado a la que sólo convocó para firmar a libro cerrado los proyectos del Ejecutivo.

2.- Ninguno. Basta escuchar su discurso de lanzamiento en La Plata, donde confundió el feminismo con el odio a los varones. Es grotesco el modo en que están trabajando sobre su imagen para que la “dulcifique”. Mucho más difícil será cambiar su gesto de desprecio por los problemas específicos que afectan la ciudadanía de las mujeres (violencia, abuso, aborto), desprecio característico de la política patriarcal, que es ideológica y no hormonal.

3.- Una persona que haya reflexionado sobre la construcción de las identidades sexuales como legitimación de relaciones de poder, su vínculo con otras condiciones que determinan lugares sociales de opresión, que no los naturalice y tenga experiencias que la hagan sensible a las demandas de los grupos más vulnerables, está en mejores condiciones para un programa de igualdad de oportunidades. En general, las mujeres políticas (y el movimiento de mujeres en general) hace décadas que reflexiona sobre estos puntos. No todas las mujeres (y Cristina Fernández ciertamente no), y escasísimos varones lo han hecho. Pero diría que en general una presidenta, incluso por expectativas internacionales, estaría en mejores condiciones.

4.- Eso dependerá del perfil político y el proyecto. No olvidemos que ya hemos tenido una presidenta en la Argentina, aunque no sea un recuerdo grato. Y fue bajo su gobierno que el crimen, la desaparición y la censura se transformaron en política de estado. Será muy importante la actitud del movimiento de mujeres, porque ninguna mujer sola (aunque sea presidenta) cambiará las formas usuales de discriminación. Si sólo va a ser un rostro que enmascare de nuevo aspecto el viejo poder, el efecto será terrible para nosotras. Como lo es en general que se use el discurso progresista y de derechos humanos para encubrir negocios, o la incorporación de militantes activos al gobierno para desactivar los reclamos de los grupos que representan.

Elena Reynaga, Secretaria General de la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina

1.- Si la votaría; en primer término en sus discursos encuentro una motivación que hace años no había escuchado que quizás sea por ser la primera vez que una mujer ocupa un lugar tan importante en la escena política, si bien me queda claro que todavía no hay una justa distribución de la riqueza, faltan políticas hacia nuestro sector y falta profundizar en los derechos humanos. También entiendo que hoy no hay un proyecto que me integre totalmente al modelo de país que aspiro, pero es indudable que las condiciones que se generaron para las organizaciones como la que integro son muy distintas a cuando se gobernaba con el mazo sobre nuestras cabezas.

2.- Sí, en su discurso de lanzamiento me interesó muchísimo su posicionamiento de reclamar nuestro espacio como mujeres pero no de confrontar y combatir al hombre, sino sumarlo a la lucha que llevamos adelante las feministas que queremos gozar de la igualdad de oportunidades.

3.- Creo que una mujer por su condición biológica no crea la diferencia con un presidente hombre, sí su perspectiva. Creo percibir en ella una mujer con ideas propias y no veo que sus opiniones estén condicionadas a agradar a los hombres que comparten su espacio político. Es por eso que veo más permeable a discutir un programa de igualdad de oportunidades porque vivenció las barreras que tenemos la mayoría de las mujeres en esta sociedad.

4.- Creo que puede ser una punta de lanza para que las mujeres seamos visibilizadas como lo que somos, seres capaces de dirigir, debatir y pensar un país. Porque las mujeres hemos tenido un rol profundamente importante en la historia de este país, pero al momento de encarar los procesos siempre fuimos despreciadas y hay un ejemplo claro que demuestra esto que digo, hay mujeres que se han hecho cargo de sus hogares, saliendo a trabajar, educando a sus hijos etc. Pero a esa misma mujer cuando está manejando y comete un error como muchos hombres lo cometen le dicen ‘andá a lavar los platos’.


http://www.artemisanoticias.com.ar/site/notas.asp?id=1&idnota=4690

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