CHILE - Presidente de Chile, de silencio, mentiras y omisiones

“De nuevo quieren manchar mi tierra con sangre obrera, los que hablan de libertad y tienen las manos negras. Quieren ocultar la infamia que legaron desde siglos, pero el color de asesinos no borrarán de sus caras.”

La presidenta “socialista” Michelle Bachelet, la presidenta de todos los chilenos, la que empapeló el país con el slogan “Estoy contigo” brilló por su ausencia, durante cuatro días ante los hechos acaecidos el jueves 3 de mayo, cuando un escuadrón de la muerte que actúa bajo el seudónimo o alias de Carabineros de Chile acribilló al obrero maderero Rodrigo Cisternas de 26 años…

La actitud mostrada por la presidenta llama bastante la atención. Porque casi se toma una semana para decir media palabra al respecto de lo acontecido y no queda claro qué papel desempeña ella en la casa de gobierno.

Los hechos son de un tremendo impacto nacional, muere asesinado por la policía un joven que intentó defenderse y defender a sus compañeros ante las agresiones de la policía en el marco de una protesta sindical y la presidenta no pronunció media sílaba.

Vídeos, fotos, extras, noticias, correos, radio, televisión, protestas, barricadas, cortes de luz, y un sin fin de etcéteras y nada. Silente cómplice.

El que calla, otorga. Y los Gobiernos de la Concertación se han encargado de otorgar incontables e innumerables garantías a los grandes empresarios.

Podrían ser varias las hipótesis al respecto.

La Presidenta calló debido a su ineptitud, ha quedado demostrado una vez más que no es más que un simple monigote, un simple títere hilado e hilvanado por un torzal político-económico que gobierna desde las sombras.

Que fue un mero producto barato inducido y martillado donde, duchos publicistas sacaron provecho de su condición de mujer y a la vez usufructuaron de la muerte del padre, (como es el caso de cientos de arrepentidos en Chile)

También guardó largo silencio ante el espejo gubernamental llamado Transantiago, para llegar a decir días y días después, en un lenguaje coloquial “que el asunto no le tincaba”

También pudo haber callado debido a que el equipo que gobierna subterráneamente no sabía como justificar el fusilamiento del obrero.

Ni los más caraduras quisieron crucificar ipso-facto la “inusitada e irracional actitud de Rodrigo Cisternas” que las emprendió contra carabineros de Chile montado en una retroexcavadora. Guardaron la compostura y aplicaron la llana discursiva inmoral y rasando que se debe condenar todo tipo de violencia.

Silencio, porque ¿Cómo se explica que bajo el mandato de una “Socialista” se asesine a los obreros a balazos? ¿Qué clase de democracia es esa?

¿Qué clase de Doctora es la presidenta que a sabiendas de la carnicería, de los muertos, de los heridos dejados por la policía brille por su ausencia?

¿No le dan ganas a la Doctora de ir a poner un parche que sea en las cabezas rotas de los obreros?

El silencio, no sólo otorga, también lastima.

Belisario Velasco se ha convertido en un ejemplar Cardenal Richelieu, es él quien maneja la defensa y la seguridad de la nación y tanto él como su asistonto Felipe Harboe (que tiene los días contados) son los responsables directos de todas las represiones contra el movimiento social.

La penalización de los jóvenes menores de 18 años, la detención por sospecha que bajo epítetos modernos se ha vuelto a implantar en Chile, aquella que dice relación a que se puede ser arrestado bajo la premisa de que al parecer uno podría hacer algo en algún futuro, aunque uno no haga nada o no esté haciendo nada.

Un maniquí redondo, una muñeca vacía que sólo levanta la mano en los desfiles es lo que tenemos por presidente en Chile.

Cualquier persona normal, al ver que uno de sus cercanos o familiares o súbditos o ciudadanos es fusilado frente a las cámaras de televisión diría algo, por muy espontáneo e inacabado que fuese el comentario.

En Curanilahue, en un sepelio que congregó a más de 25 mil personas despidiendo al Obrero asesinado, el democrático gobierno de la concertación no envió ni una miserable corona de pésame, nada, ni un sólo representante de la casta. Ni representantes de la Plutocracia, ni la guardia imperial se asomó por esos lares.

A primera vista se podría pensar que la vergüenza no los deja asomar la nariz, que el temor a ser linchados es lo otro, pero hay que ser enfáticos, la muerte de un obrero les importa un comino, son los “efectos colaterales” de mantener una economía de explotación.

Un obrero muerto, 100 obreros, da lo mismo. No fue el Primero, no será el último.

A muchos kilómetros del funeral, la acongojada presidente señaló:
“Ningún conflicto laboral puede, ni debe justificar la violencia y la agresión o la muerte”

El mensaje de corte tan neutral puede significar que es un llamado a todas las partes en cuestión. No responsabilizando directamente a los gestores, creadores y promotores de la Violencia, es decir, el propio Gobierno y su brazo armado, Carabineros de Chile.

Algo así como, aquí somos todos culpables. Los sueldos de hambre, las horas extras no pagadas, un código del trabajo para encomenderos, las coimas, el cohecho y las sinverguenzuras son culpa de todos, de los trabajadores también.

Que la empresa sea Privada y al ser privada sea tierra de nadie y los dueños del capital y las propiedades privadas, sean amos, dueños y señores y hagan lo que se les antoje, eso también esa una fruslería.

¿“Ningún conflicto laboral”? O sea que los conflictos que el Gobierno tiene contra los Mapuche, los Estudiantes, los Universitarios, los Allegados, los Deudores habitacionales, los pensionados y un largo etcétera, ¿en esos sí la violencia y la agresión tienen carta blanca?

También comentó lo siguiente la presidenta de Chile:
“Yo quiero decirlo con mucha claridad, la muerte de Rodrigo Cisternas es la derrota de todos. Chile ha conquistado democracia, libertad y respeto por las libertades laborales, y nuestra legislación dispone de mecanismos adecuados para resolver los conflictos. Y lo que sucedió en Curanilahue no puede volver a ocurrir. Es una luz de alerta para que todos los actores sociales garanticemos que nunca vuelva a ocurrir.”

El asesinato de Rodrigo Cisternas es la derrota de un sistema capitalista injusto, inhumano, horrorosamente desalmado para con los más desposeídos.

La única derrota aquí es la que muestra el sistema ante peticiones justas.

Este sistema económico en sí es una derrota, este sistema es un fracaso, hay que cambiarlo.

Chile ha conquistado una democracia que sólo existe como discurso pero que en la práctica No existe. Democracia es un término inducido por la Bolsa y desperdigado por grupos económicos para asegurar jugosas inversiones y la seguridad que la mano de obra barata es un hecho indesmentible.

¿De qué democracia hablan si los mandos militares, policiales son los mismos que Pinochet dejó? ¿Si las enseñanzas prodigadas desde el Norte aún cuenta con sus mejores alumnos dentro de las filas de las Fuerzas Armadas Chilenas?

Este no es el primer muerto durante “democracia” esto no ha sido un accidente, esto ha sido una política de exterminio, la misma que usó la Dictadura.

El obrero asesinado ganaba menos de 90 dólares al mes. ¿A esa libertad laboral se está refiriendo la presidenta? ¿El cohecho, la estafa, el nepotismo, la corrupción, la infinita burocracia, los untos que se ven a diario en los juzgados laborales, en la central de trabajadores que dice representar a la clase obrera? ¿De esos mecanismos hace mención?

Es una luz de alerta para que todos los actores sociales garanticemos que nunca vuelva a ocurrir.

Obviamente se tomarán cartas en el asunto, ya se ha empezado a tratar de dividir el movimiento sindical que supera los 7 mil obreros, ya se le ha pedido a ciertos grupos de izquierda que usen sus influencias y traten de suavizar el movimiento y las demandas.

Innegablemente saben que ahora se les pasó la mano, que golpeando a garrote limpio cualquier demanda social quedan impunes al ser ellos los dueños de los medios de comunicación y de la ley. Que el agua que moja, que el gas que asfixia al final de cuentas se lo merecen todos aquellos que reclamen por mejorar sus vidas. Como anoche, Lunes 7 de mayo, donde carniceros de Chile apaleó, y reprimió todas las manifestaciones que repudiaban el asesinato del obrero. La policía reprimió todas las manifestaciones. Todas.

Esa luz de alerta también habrá sonado en el norte, más de alguna llamada habrán recibido, ordenándoles que disfracen mejor el látigo con cuentos y fábulas.

La Concertación de Partidos por la Democracia está tocando fondo, están siendo sus propios sepultureros, ellos lo saben mejor que nadie. Intentarán adosar algunos parches sociales, intentarán acercar a ciertos grupos y partidos políticos de izquierda para que los saque a flote nuevamente.

Cuando todo eso falle, vendrá la derecha o algún golpe militar. Entremedio quizás también aparezca alguna buena opción. Cómo cuando llega papá Noel para navidad.

Ante un corte de ruta en demanda por mejoras salariales, la policía Chilena comienza a patear, gasear y destruir automóviles comprados con bastante esfuerzo por los trabajadores.

Uno de ellos monta en una máquina y pretende defender a sus compañeros. Las balas rompen la delicada piel del vidrio que cubre el vehículo y todo estalla en sangre que tapiza todo el interior del armatoste. Rodrigo Cisternas. Un trabajador asesinado.

Ante un corte de ruta en demanda por mejoras salariales, la policía argentina comienza a golpear y gasear a mansalva todo a su paso. Cientos de profesores exigen un sueldo digno. A menos de dos metros una bala rompe la costura escondida del vidrio del vehículo donde viaja un humilde profesor. Todo estalla en gas, sangre y mariposas. Carlos Fuentes. Un trabajador asesinado.

La empuñadura es distinta, la mano es la misma.

La superficie parece inerte, cuajada de indiferencia social.

Congelado como un lago en invierno se nos quiere mostrar la realidad, sin embargo, por más frío que parezca el estanque, debajo de éste, las gotas se organizan por miles, formando corrientes que mueven hasta los más indiferentes témpanos.

Ni el invierno más frío dura para siempre, como no hay túneles que sean eternos.

De la miseria que le pagaban al obrero fusilado, un porcentaje se iba en impuestos para pagar presidentes, ministros, carabineros y balas.

La tasas económicas crecen rápidamente vociferan los medios de comunicación tratando de cubrir, de tapar el asesinato de un Obrero, se les olvidó mencionar que crece sólo para algunos, especialmente a costa del hambre y la miseria de otros.

“No me asusta la amenaza, patrones de la miseria,
la estrella de la esperanza
continuará siendo nuestra”

Andrés Bianque

Mayo, de resina y sangre.