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A río revuelto ganancia de pescadores
CHILE - La izquierda y la Crisis II
Ariel Zúñiga
Jueves 5 de febrero de 2009, puesto en línea por
Del mismo modo que la izquierda carece de un plan de contingencia en caso de crisis esconómica, pese a que sea un hecho público y notorio que el capitalismo oscila entre auges y crisis, tampoco posee un discurso para enfrentar la reacción capitalista que con la excusa del desempleo avanza todo el terreno que puede hacia la precarización laboral.
Sindicatos que hace un año se encontrabn en pie de guerra en áreas tan sensibles como la pesca, la silvoindustria y la minería, hoy ofician de agentes de sus patrones. El primer caso se dio hace unos meses producto de la infección del virus Isa en plena huelga de los empleados de las salmoneras; de un día para otro los dirigentes sindicales dejaron de pedir aumento de sueldo para presionar al gobierno para que decretara concesiones (es decir regalara a las empresas) otros predios más al sur. Empleados pesqueros de la región del Bio-bio hoy piden algo similar, un aumento de las coutas de captura para sus empleadores para que les sea sustentable el negocio; en época de crisis es preciso dejar de lado no sólo las consideraciones laborales pues es mejor ser explotado que carecer de empleo, y tambien todas las sensiblerías ambientales pues para qué queremos peces mañana si hoy tenemos hambre. Dichos argumentos parecen incontestables y a nadie pareciera sospechoso que constituyen el núcleo argumental del neoliberalismo.
Para aquellos que se apuraron en dar la extrama unción al capitalismo ultra liberal de las últimas décadas deberían tener presente que lo que se viene es un tratamiento intensivo de la misma medicina: Velasco, nuestro yuppie ministro de economía, para palear la crisis no pretende ninguna medida estatal en el sentido keynesiano del término sino que puro intervencionismo monetario de parte del fisco, es decir, lo mismo que hizo Pinochet en los ochenta. Como dijo Julio Rodriguez, la onda ochentera parece imponerse en todos los aspectos de la vida. Incluso la política "contracíclica" de Bachelet es aún más neoliberal que la de Pinochet, puesto que en vez que PEM y POJ (Programa de empleo mínimo de Pinochet conocido por encomendar a una cuadrilla de operarios cavar una zanja y a otra a taparla, el objetivo era moral, que las personas se ganaran el sustento con su esfuerzo independiente que ese trabajo fuera provecho para alguien) lo que se pretende es una serie de obras públicas privatizadas, es decir, concesiones, con las cuales se pretende absorber la mano de obra perdida por el frenazo en la construcción. En materia de finaciamiento a las pequeñas y medianas industrias la política se conduce por la banca privada y se le regalan una infinidad de recursos, independiente que la banca esté con utilidades billonarias, para que el dinero lo invierta pero los usureros se lo guardan puesto que es mejor negocio seguir especulando con el peso porque el banco central mantiene las tasas de interés más caras del mundo.
Para evitar la inflación el banco central frena y frena el carro hace más de un año, recordemos la tonterita del dólar que no sólo costó milones de dinero fiscal sino que desaprovechó la infinidad de inversiones tecnológicas que eran posibles con un peso tan alto. La ministra del trabajo, socialista al igualq ue la presidenta, declaró al asumir: Soy de izquierda pero tambien soy pragmática. ¿Qué quiso decir? ¿Lo mismo que nos resulta evidente con Obama? Las declaraciones las efectuó pues al asumir debió hacerse cargo de la ley del pago del día domingo a los trabajadores a comisión, conocida como de la semana corrida. La direción del trabajo ya recortó el ochenta por ciento de su vigencia y el veinte por ciento lo harán los tribunales; si ambos cumplieran lealmente su rol esa ley no debería haberse promulgado pues lo que estaba haciendo el comercio era contrario a una interpretación pro operario que exigen los convenios internacionales. Es un caso muy similar al de la ley de subcontratación. ¿Lo que pragmática querrá decir una mayor flexibilización laboral, trabajo infaltil, vuelta al sistema de encomienda? Como ha sucedido tantas veces un paso para adelante y cinco para atrás.
Me gustaría saber qué a qué propone la izquierda en estos asuntos. Ya sabemos qué es ser pragmática para nuestra ministra del trabajo pero me gustaría saber cual es la alternativa. Cuatro años de crisis bastarán para aprobar hidroaysen y desmontar el precario sistema de protección social con que tanto se han lavado la cara nuestros gobernantes.