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Un evento de proyección internacional

AMÉRICA LATINA - El XVIII encuentro del Foro de Sâo Paulo en Caracas

Niko Schvarz

Domingo 22 de julio de 2012, puesto en línea por Barómetro Internacional

Caracas fue sede por primera vez de un encuentro del Foro de Sâo Paulo, creado en julio de 1990 en la ciudad bandeirante y que agrupa a las fuerzas de izquierda, democráticas avanzadas y progresistas de América Latina y el Caribe. Este XVIII Encuentro fue uno de los que contó con mayor participación en su rica historia: se registraron unos 800 delegados, provenientes de un centenar de partidos y organizaciones provenientes de todos los continentes. Entre ellos se destacaron entre los invitados figuras de proyección mundial como –para citar un ejemplo- Jean-Luc Mélenchon, líder del Frente de Izquierda francés. En la reunión se examinó la situación de América Latina en el cuadro de la más aguda crisis mundial del capitalismo, particularmente en EEUU y Europa. Se proyectaron medidas de solidaridad con nuestros pueblos, particularmente los que han sido afectados por golpes de estado, con el ánimo de aplicarlas en forma urgente, así como el apoyo a los pueblos que luchan por eliminar los resabios de colonialismo, casos de Puerto Rico y las Malvinas, extendiéndose la solidaridad a los palestinos y saharauies en procura de un destino independiente y soberano. Las reuniones plenarias, debates, talleres temáticos en número de 14, entre ellos de la juventud y las mujeres, así como reuniones bilaterales en profusión, tuvieron lugar entre el 3 y el 6 de julio y culminaron en un multitudinario acto de clausura en el Teatro Teresa Carreño, en el que intervinieron Rodrigo Cabezas en nombre del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Valter Pomar por la dirección del FSP, el representante de Cuba José Ramón Balaguer, el de Ecuador, el canciller y dirigente de Alianza País Ricardo Patiño, Luis Dulci por Brasil (que introdujo un video de Lula) y el presidente Hugo Chávez en el discurso de clausura del Encuentro.

Los avances de la izquierda latinoamericana y la contraofensiva golpista

En la reunión se valoraron ampliamente los avances de la izquierda en el continente a partir de la creación del Foro de Sâo Paulo en 1990 (en realidad adoptó ese nombre en 1991, en su I Encuentro en Ciudad de México). La secuencia fue luego la siguiente: Managua en 1992; La Habana en 1993; Montevideo en 1995; San Salvador en 1996; Porto Alegre en 1997; Ciudad de México en 1998; Managua en 2000; La Habana en 2001; Guatemala en 2002; Quito en 2003; Sâo Paulo en 2005; San Salvador en 2007; Montevideo en 2008; Ciudad de México en 2009; Buenos Aires en 2010; Managua en 2011 y por último el XVIII Encuentro de Caracas en 2012.

Mirado ahora en retrospectiva, se requería una gran audacia política para echar a andar un organismo de unión de las fuerzas de izquierda del continente en el cuadro de la brusca retrogradación de la situación internacional a comienzos de la última década del siglo pasado, signado por la desaparición de la Unión Soviética y del campo socialista europeo. En ese momento existía un solo gobierno de izquierda en el continente, el surgido de la revolución cubana del 1º de enero de 1959, el acontecimiento fundamental de la historia continental después de las guerras de independencia. Cuando se creó el Foro, nadie podría imaginar que en apenas dos décadas, los partidos que lo integran habrían de concretar cambios de semejante trascendencia en el continente.

Esto es lo que destacó Lula en un mensaje breve y conceptuoso, exhibido en video en el acto final. El ex presidente fue fundador del FSP, en nombre del PT brasileño (permítaseme decir que yo estuve allí, junto a Jaime Pérez). Valorando el camino recorrido, expresó: “Hoy, gobernamos un gran número de países, e incluso donde somos oposición los partidos del Foro tienen una influencia creciente en la vida política y social”.Y agregó: “Los gobiernos progresistas están cambiando el rostro de América Latina. Gracias a ellos, nuestro continente se desarrolla de modo acelerado, con crecimiento económico, creación de empleos, distribución de riquezas e inclusión social”. Con esta conclusión relevante: “Hoy somos una referencia internacional de alternativa victoriosa al neoliberalismo”.

Este cuadro realista tiene su contracara, y es la contraofensiva desplegada por las fuerzas regresivas de la derecha, en connivencia con el imperio, para revertir la situación, volver al anterior estado de cosas, impedir que se consolide el cambio de época que vive América Latina, según la acertada definición del presidente ecuatoriano Rafael Correa, que tuvo amplio eco en el encuentro y se refleja en su declaración final. Esta contraofensiva se reflejó nítidamente en el golpe de estado del 15 de junio en Paraguay, que derrocó al presidente Fernando Lugo. Uno de los temas centrales de las deliberaciones fue la solidaridad activa con el pueblo paraguayo en su lucha, que no ha cesado, por reconquistar la institucionalidad democrática. En el orden del día inmediato está la implementación concreta de estas medidas, sin dilación, lo que tiene como antecedente las que se acordaron por parte del Regional Sur del FSP en reunión efectuada en Montevideo hacia fines del mes pasado. También se inscribe en este cuadro la resolución de apoyo a la decisión de los presidentes del MERCOSUR en su reunión en Mendoza, República Argentina, el 28 y 29 de junio, de suspender al gobierno golpista de Paraguay del bloque, hasta tanto sea restaurada la democracia (punto 8 de la Declaración final). Como se recordará, una decisión similar adoptó la UNASUR en esa misma instancia.

El golpe en Paraguay tiene como antecedente el golpe de Estado de tres años atrás (junio de 2009) en Honduras, en que las fuerzas armadas secuestraron por la noche al presidente Manuel Zelaya y lo sacaron fuera del país, y posteriormente cercaron la embajada brasileña en que había logrado refugiarse.

Otros intentos golpistas, en cambio, fracasaron. Así ocurrió con el derrocamiento del presidente Chávez en abril de 2002, secuestrado durante 47 horas en la isla de Orchila donde se proyectaba asesinarlo, y liberado por la movilización popular y la decisión de soldados fieles al pueblo. Del mismo modo, en setiembre de 2010 se produjo el golpe de estado policial en Ecuador, que secuestró al presidente Rafael Correa, también salvado por la movilización popular y la rápida acción internacional. En Bolivia se produjeron dos intentos de golpe y uno de magnicidio, mezclados con intentos secesionistas en Santa Cruz y la “media luna”, y en los últimos días un motín policial con elementos enmascarados fue desbaratado por la acción de los movimientos sociales en apoyo al gobierno. A todo ello se refiere sintéticamente la declaración final en su punto 6 y fue uno de los grandes ejes de la discusión del Encuentro, tanto en la valoración de los avances registrados por la acción de los gobiernos progresistas como en la necesidad de cerrar filas contra los intentos desestabilizadores y golpistas y la solidaridad con los pueblos y gobiernos agredidos.

En ese sentido, se expresa solidaridad con la lucha del pueblo hondureño en su lucha por el respeto a los DDHH y respaldo a Xiomara Castro de Zelaya como candidata a la Presidencia por consenso de las fuerzas de la resistencia (punto 34). Se respaldan todas las gestiones tendientes a impulsar el proceso de paz en Colombia, por una solución política al conflicto armado (punto 32); y se apoya al Frente Amplio de Guatemala como un referente de la izquierda con sus tres integrantes: la URNG y la ANN a la que se suma Winaq, encabezada por Rigoberta Menchú, presente en el evento (punto 33). En el caso de México, y en relación a las elecciones del 1º de julio, se destacan las medidas fraudulentas, la compra masiva de votos, la manipulación mediática por parte del PRI y se apoya la investigación de las denuncias presentadas por el PRD y el PT mexicano.

El ingreso de Venezuela al Mercosur, la integración regional y continental

En la reunión, y en todo su entorno en la sociedad venezolana, se valoró intensamente su ingreso al Mercosur. En el punto 8 de la Declaración final se establece que “las presidentas Dilma Rousseff y Cristina Fernández de Kirchner junto al presidente José Mujica aprobaron la incorporación de Venezuela como miembro pleno del bloque político y económico más importante de esta parte del mundo”. El punto siguiente establece la posibilidad del ingreso de Ecuador, con lo cual el bloque tendría salida al Pacífico. Al tema se refirió especialmente el presidente Chávez en su discurso de clausura del Encuentro.

Esto se encuadra dentro del gran tema de la integración, que tiene su concreción al máximo nivel en la UNASUR y la CELAC. En cuanto a la primera, se registran avances en la construcción de una nueva arquitectura económica que parta del criterio de la complementariedad, la cooperación, el respeto a la soberanía y la solidaridad, con el agregado de una política de defensa común, vinculada al desarrollo y al sostenimiento de América Latina como una zona de paz, libre de armamento nuclear. Por su parte, la CELAC, creada en Caracas en diciembre 2011, marca un punto de inflexión en el proceso integrador (puntos 12 y 13). Se afirma que “la integración cuenta con una base material que son las fuerzas productivas y los recursos naturales cuantiosos y diversos, los bosques, el petróleo, minerales de todo tipo, el gas, amplias extensiones de tierra para el cultivo y la cría, y lo más importante, cuenta con la diversidad cultural y humana de más de 500 millones de seres. El proceso de integración debe buscar políticas comunes en el manejo y uso soberano de los recursos naturales, incluyendo la defensa del agua y su reconocimiento como un derecho humano” (punto 15).

Un tema relevante es el reclamo de liquidación de los enclaves coloniales, con especial referencia a la independencia de Puerto Rico (punto 26) y a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas (punto 24). En su proyección internacional, se expresa por la soberanía y autodeterminación de Palestina y su ingreso a la ONU como miembro de pleno derecho (punto 36) y en apoyo a la lucha del pueblo saharaui por su soberanía e independencia nacional (punto 35).

Repercusión internacional, lucha por la paz mundial

La repercusión internacional del Encuentro de Caracas se ha hecho ostensible desde varios puntos de vista. Un hecho notable es la valoración de Jean-Luc Mélenchon sobre los procesos latinoamericanos, expuesta en su folleto sobre “La revolución ciudadana” y que adopta este concepto del presidente ecuatoriano Rafael Correa, al tiempo que ha señalado específicamente al Frente Amplio uruguayo como modelo para cimentar la unidad de las fuerzas de izquierda. Nunca se había visto, en los siglos de los siglos, que en Europa se tomara como ejemplo a Latinoamérica.

El Foro de Sâo Paulo hace causa común con las fuerzas pacifistas del mundo entero, lo que se concreta en el rechazo a toda forma de intervención extranjera en Siria y en Irán (punto 37) para evitar las matanzas que las fuerzas de la OTAN han perpetrado en Irak, en Afganistán (que persisten) y en Libia.

Y por último, un llamado a la paz mundial. El punto 41 y final “convoca a los pueblos a luchar contra el neoliberalismo y las guerras, a construir un mundo de paz, democracia y justicia social”. La Declaración de Caracas lleva por título: “Los pueblos del mundo, contra el neoliberalismo y por la paz”


nikomar[AT]adinet.com.uy

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