ESTADOS UNIDOS - Esto está cada vez peor

Estados Unidos ha informado que mató a Bin Laden en Paquistán y lo arrojó al mar, ese es el trigo, lo demás es paja, [1] puesto que no importa saber exactamente lo que ocurre, pretensión arrogante y estéril, sino que comprender lo que ocurre. Y para comprender sin caer en la conspiranoia, tan frecuente como nefasta, es entender qué está en juego en vez que sumarse al baile de máscaras portando una de bufón.

Es fácil concluir que los gringos debían, necesariamente, saber la ubicación de Bin Laden, esto es parte del juego comunicacional de la casa blanca quien, mediante Hollywood, nos quiere convencer que sus fuerzas son imbatibles, sus servicios de seguridad competentes, su tecnología de ciencia ficción infalible y sus investigaciones siempre llegarían a la verdad.

Se sabía, los mismos gringos lo han reconocido reiteradamente, que Bin Laden siempre estuvo en Paquistán (aunque se trate de un Bin Laden ficticio para algunos). En el documental “10 maneras de matar a Bin Laden”, transmitido a principios de año por el History Channel, se muestra hasta la nausea la incompetencia institucional de la “inteligencia” estadounidense y occidental, en especial en el “medio oriente”. Mucho tiempo ha pasado desde Lawrence de Arabia en que la cizaña británica podía arrojar a los árabes a pelearse unos contra otros. Los gringos, por ejemplo, están hasta tal punto infectados con el modo de vida americana, el mismo que quieren imponer en todas partes, que ya se les olvidó cómo relacionarse con otros pueblos. En sus primeros tiempos los yanquis recurrieron a antropólogos europeos para comprender a sus aborígenes, para poder matarlos eficientemente en lo que que se llama “pacificación del salvaje oeste”. Desde la segunda guerra mundial casi todo dependió del soplonaje alentado ondeando una billetera atiborrada de dólares.

La incapacidad de los EEUU de poder “pacificar” Colombia, a su manera, o de desestabilizar Venezuela o Cuba es demostración que existe una distancia abismal entre lo que nos muestran sus películas lo que que realmente son sus servicios de seguridad. La “caída del halcón negro” es una excepción en el cine pero una regla en la vida real, los gringos sólo pueden irrumpir y disparar a mansalva desde sus fortalezas voladoras, pero, si se van a pique, no tienen ninguna posibilidad de operar en el mundo real.

Recordemos al “Rambo” que casi fue linchado en Lahore, Paquistán, hace sólo unos meses. Ellos quieren camuflarse en la población común pero sólo dan risa; se parecen a nuestros policías infiltrando las manifestaciones con la gorra de paco marcada en la nuca y con zapatos sport que venden a cien cuotas en la COPERACAB. Dependen de la delación de forma exclusiva, y cuando sus aliados le mezquinan información, como el ISI paquistaní, es muy probable que los gringos no tengan idea de lo que sucede en sus propias narices.

En CNN Chile el presidente del centro islámico nacional afirmó que Benazir Bhutto, ex presidenta de Paquistán (asesinada), dijo, justo antes de que se atentara contra su vida, que Bin Laden había sido asesinado por los los EEUU y que ella conocía hasta el nombre del asesino.

Pero como dije antes esto ya es paja, no tenemos modo de saber si Bin Laden, socio sempiterno de la CIA, tiene algo que ver en los atentados del 11 de septiembre de 2001, si falleció en la ocupación de Afganistán o si todo se trata de un encubrimiento a gran escala. Que no se nos olvide que los principales aliados de los gringos en la región son los fanáticos islamistas de Arabia Saudita y Bahrein, los que no tienen discrepancia alguna con Bin Laden. (O con el monigote que se nos ha presentado como tal)

Lo que importa es que los EEUU han dicho que han matado a Bin Laden, el supermalechor de caricatura que ellos mismos habían inventado, justo una semana después de que wikileaks “filtrara” que Al qaeda detonaría artefactos nucleares en Europa si ello ocurría. [2]
El contexto de todo es que los gringos han buscado revertir a su favor la explosión social de medio oriente primero, sin éxito, tratando de desestabilizar a Irán; luego, aprovechando de exhibir su aún incontrarrestable fuerza validando una guerra contra Libia mientras aún no sale completamente de Iraq y no tiene para cuándo hacerlo de Afganistán.

Lo que podemos concluir, preliminarmente, de lo que está sucediendo, es que Obama consigue el oxigeno que tanto precisa, recordemos que hasta ha debido mostrar su certificado de nacimiento para “seguir con vida”, y que el mundo está aún peor de lo que estaba.

Los gringos validan, una vez más, su autorización tácita de asesinar a sangre fría en cualquier lugar del planeta, sin siquiera requerir de un juicio falso, como el de Husseín o los de Nuremberg [3]. Ojalá que fueran excepciones pero no lo son, Paquistán no sólo no ha reprobado la acción sino que todo indica que está implicado.

A propósito, los gringos aprovechan esta situación para seguir acosando a Paquistán, [4] los EEUU, cuesta abajo en la rodada, tienen muy claro que lo único que puede reactivar su economía es que se sigan dedicando a lo mejor que saben hacer: Matar a inocentes con juguetes High Tech. Jugar con Paquistán no sólo es hacerlo con fuego sino con átomos, que no se nos olvide que tiene la bomba atómica.
Los gringos en su ocaso están dispuestos a todo, a destruir el mundo con tal de reinar sobre las cenizas, el premio Nobel de la paz ni se ha arrugado para decir que “mandó a matar” a Bin Laden, no a capturarlo, y sus ciudadanos celebran en las calles el derramamiento de sangre. Es el poder desnudo, liberado incluso de la hipocresía del derecho.

El mundo está mal, muy mal, se da la paradoja que lo mejor que podría pasar es que estallara una bomba nuclear en Europa para al menos creerle a wikileaks.

Ariel Zúñiga Núñez ( @azetaene)

Ilustración de Christiano.