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PERÚ - Lo que nos deja la última huelga minera
Julio Blanco, La Izquierda Diario
Viernes 28 de julio de 2017, puesto en línea por
28 de julio de 2017 - La Izquierda Diario - Del 19 al 21 de julio último se desarrolló la Huelga Nacional Minera, la cual fue convocada por la Federación Nacional de Trabajadores Mineros Metalúrgicos del Perú. Participaron en esta medida de fuerza trabajadores de la pequeña, mediana y gran minería.
Cabe destacar que este año los trabajadores mineros desarrollaron tres grandes huelgas; la de San Juan de Churunga, la de Cerro Verde y la de Southern. Las dos últimas, que tuvieron una duración de 21 y 12 días respectivamente, por la envergadura de sus centros de producción, terminaron conmocionando no solo a sus patronales sino también al gobierno. Estas luchas pusieron en evidencia el despertar de la clase trabajadora peruana, la misma que empieza a movilizarse contra las medidas de ajuste antilaboral del ejecutivo y contra la reducción de salarios, utilidades y la intensificación de la jornada laboral, que es la manera como la burguesía responde ante las consecuencias de la crisis económica internacional.
Se para lanzamiento de paquetazo antilaboral
La Huelga Nacional Minera obligó al ejecutivo, expresado en esta oportunidad en el Ministro de Trabajo, Alfonso Grados Carraro, a comprometerse en no lanzar el anunciado paquete de medidas anti laborales este 28 de julio. Este retroceso parcial del gobierno, fue también condicionado por un escenario social marcado por la conflictividad, donde a la lucha de los mineros se sumaban la de los médicos y la de los docentes de educación básica, quienes - con su huelga que ya lleva más de un mes - se han convertido en el sector más dinámico y combativo del país.
Estos hechos, que ha puesto contra la pared al gobierno lo cual se evidencia en la reducción de la popularidad del presidente Kuczynski, han demostrado también el abandono presupuestal que padecen servicios públicos importantes como la educación y la salud, a los cuales el oficialismo junto a la “oposición” fujimorista, les congelaron el presupuesto el año pasado y eso generó el colapso del Seguro Integral de Salud SIS y que los docentes mantengan sueldos de hambre que están muy por debajo de la canasta básica.
La trampa del gobierno
El ejecutivo, de la mano del ministro Alfonso Grados, acordó junto a los directivos de la Federación de Trabajadores Mineros, presidida por Ricardo Juárez Visa, implementar a partir del 01 de agosto una mesa de diálogo denominada Comisión Especial que tendrá una duración de un mes y que servirá, a decir de los firmantes, para que ambas partes: “revisen los dispositivos legales antes señalados y propongan los cambios que se estimen necesarios para ser promulgados mediante Decretos Supremos DDSS que tramitará el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo MTPE”.
Sin embargo y más allá de la retórica rimbombante, lo que en la práctica esta mesa de diálogo busca es darle oxígeno al gobierno ya que le ayuda a descomprimir la conflictividad social, sacando del escenario a un sector de importancia estratégica como es el sector minero, con lo cual se aísla a los docentes y a los médicos, quienes como ya se señaló, vienen implementando sendas huelgas indefinidas. Por otro lado, con esta comisión especial el gobierno pretende borrar del horizonte obrero y popular la demanda por la implementación del Paro Nacional, reemplazándola por la “concertación” entre los representantes del ejecutivo y los dirigentes de las centrales sindicales.
Dos estrategias
Hacen mal, por tanto, los dirigentes de la Federación de Trabajadores Mineros, al saludar jubilosos la implementación de esta mesa de diálogo o comisión especial, sin alertar a las bases de sus limitaciones y los peligros que conlleva, ya que no será en instancias como estas ni de la mano del ejecutivo ni de los patrones que se hará retroceder al gobierno en su afán de tratar que la crisis internacional la terminemos pagando los trabajadores y el pueblo pobre.
Esta desvinculación de las necesidades concretas de las bases no es nueva en los dirigentes de la Federación Minera. Durante la huelga de Cerro Verde, mas allá de un aislado comunicado, no se hicieron presentes a pesar que esta huelga duró 21 días y se trata de la mina más importante del Perú y la tercera más importante del mundo. Mientras que en la huelga de la Southern, Ricardo Juárez Visa es recordado hasta ahora por su intempestiva aparición en una asamblea en la ciudad de Ilo donde trató de persuadir a los trabajadores para que levanten su medida de fuerza, lo cual le valió el repudio de los asistentes. A ello se suma que desde la dirección de la Federación, no existió la voluntad por articular la huelga nacional minera del 19 de julio a la lucha de los otros sectores como los docentes o los médicos a través de un pliego único, tampoco buscaron asegurar que la huelga minera se sostenga en asambleas con delegados revocables en cada centro de producción, esto hubiera ayudado a comprometer la participación de más compañeros y compañeras.
Fueron más bien las bases mineras las que en la práctica buscaron la unidad de los que luchan. A ello se debe la convergencia entre docentes y trabajadores mineros que se dio en la ciudad de Moquegua donde no solo se movilizaron juntos, sino también enfrentaron la brutal represión policial en el puente de Montalvo y hoy, a pesar que la huelga minera se ha levantado, los trabajadores de la Southern, del centro minero de Cuajone, siguen participando en las acciones de los maestros. Como bien lo dijo Efraín Centeno (secretario general del Sindicato Unificado de Southern sede Cuajone-Moquegua):
"Ahora más que nunca debemos sumar esfuerzos ya que ellos (los docentes) al igual que nosotros luchamos contra la reforma anti laboral… debemos sumar el apoyo a nuestros hermanos del magisterio. Hoy por ti mañana por mí, porque la unión hace la fuerza".
Rodear entonces de la más activa solidaridad la lucha de los docentes, los médicos y de otros sectores que empiecen a luchar y en ese marco ir construyendo un espacio que permita unificar las luchas de todos los trabajadores y trabajadoras a escala nacional, es el reto más importante que tiene hoy la clase obrera peruana para enfrentar con eficacia las arremetidas del capital. Las compañeras y compañeros despedidos de PepsiCo en Argentina, nos muestran que si es posible.
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