COLOMBIA - Informe post electoral

18 de junio de 2018 - CELAG - Iván Duque será el nuevo presidente de Colombia. Finalmente, el candidato uribista derrotó a Gustavo Petro por 12 puntos porcentuales, cosechó 10.373.080 votos –récord histórico de votos netos para alzarse con la presidencia– y será, desde el 7 de agosto, el sucesor de Juan Manuel Santos al frente del Ejecutivo. En su mandato para el período 2018-2022 tendrá a Martha Lucía Ramírez (Partido Conservador) como la primera mujer vicepresidenta del país.

El alto nivel de participación –en relación a los promedios que suele registrar el país– que sorprendió en primera vuelta (53,38%) se mantuvo, prácticamente, sin fluctuaciones a la hora del balotaje (53,04%). Otra variante que no ha registrado un gran cambio ha sido el caudal de votos en blanco. Si bien creció con respecto de la primera vuelta, registró casi el mismo valor que en el balotaje anterior –4,20% frente al 4,02% de 2014– puesto que, tal y como anticipamos y a contramano de lo registrado por la mayoría de las encuestadoras, era impensable imaginar que el voto en blanco tendría un valor muy alto en esta contienda.

Voto por regiones

Iván Duque se impuso en 24 de los 33 departamentos, uno más que el 27 de mayo. En su inmensa mayoría se trató de los mismos departamentos que en la primera vuelta, a excepción de La Guajira y Córdoba –había ganado Petro–, mientras que solamente cedió el triunfo en Valle. Por su parte, Petro consiguió triunfar en 9 departamentos: 2 de la región sur –Putumayo y Vaupés–, toda la región Sur occidental –Nariño, Cauca, Valle y Chocó–, 2 del Caribe –Sucre, Atlántico–, y su victoria más significativa y deseada: Bogotá. Al igual que ocurrió con Duque, la mayoría fueron los mismos que en la primera vuelta, a excepción de los ya mencionados y de Bogotá –el único departamento en el cual se había impuesto Fajardo.

El mayor triunfo de Duque –no es novedad– se dio en Antioquia. Allí consiguió el 72,53% de las preferencias, aventajando a Petro por 1.285.513 votos, solamente en dicho departamento. Si tenemos en cuenta que la diferencia total a nivel país entre ambos candidatos fue de 2.338.891 votos, esto quiere decir que más de la mitad de esa distancia –54,96%, para ser exactos– de Duque sobre Petro fue cosechada en un solo departamento.

Por otra parte, y como puede apreciarse en el segundo cuadro, ambos candidatos registraron mejorías en todas las regiones, con diferencias en las magnitudes. Mientras que el mayor crecimiento de Duque se dio en el Eje cafetero (699.654 votos más que en mayo) en el caso de Petro sumó 786.391 nuevo votantes en Bogotá. Sin embargo, el dato más interesante, quizás, sea que en números absolutos Petro sumó 379.548 nuevos votos más que Duque. Desde ya no le alcanzó, puesto que el punto de partida era sumamente desigual (39,14% vs. 25,08%). Pero no es un dato menor que Petro haya cosechado mayores adhesiones entre el electorado que no tuvo a estos candidatos como primera opción el 27 de mayo. De hecho, mientras que Duque incrementó su caudal en un 37,03%, Petro lo hizo en un 65,61%. Otro dato llamativo es que absolutamente todas las encuestas le asignaron a Petro porcentajes menores al que finalmente cosechó [1].

Discursos post electorales

Una vez conocidos los resultados, ambos candidatos se subieron al estrado. El primer lugar le tocó a Petro, quien sostuvo que “Si Duque gobierna con quienes lo ayudaron a ganar, ese gobierno queda herido de muerte” [2], al tiempo que invitó al futuro presidente a “separarse de quienes le ayudaron a ser elegido”. En cuanto a su futuro y el de Colombia Humana, una vez aceptada la derrota se ubicó rápidamente en el rol de opositor que la sociedad le confirió por medio de esos 8 millones de votos, refrendando la coalición de fuerzas que le dieron su apoyo y de las cuales intentará ser el líder.

Duque, por su parte, agradeció a Santos, Uribe y Pastrana, al tiempo que llamó a “pasar la página de la polarización”, gobernar con transparencia y a construir en la diferencia, convocando a la unidad de todos los colombianos. Además, afirmó que “La seguridad tiene que volver a las calles de nuestras ciudades, a los campos […] la seguridad no es violencia” [3]. Siendo el pupilo de Uribe, quien en los últimos días volvió a recibir acusaciones por sus vínculos con el paramilitarismo, la invocación a la seguridad no sea tal vez la más auspiciosa de sus promesas.

Presente y futuro

Por haber alcanzado el balotaje, Petro tendrá una curul en el Senado y Ángela María Robledo en la Cámara de Representantes, tal y como quedó establecido en la reforma de equilibrio de poderes en 2015. Fue la misma reforma que eliminó la reelección presidencial, razón por la cual Duque no podrá aspirar a un segundo mandato en 2022.

Sin lugar a dudas, tanto Fajardo –quien estuvo a punto de colarse en la segunda vuelta y es de todos los candidatos presidenciales el que mejor imagen cosechó entre los ciudadanos– como Petro, han quedado muy bien posicionados de cara a los próximos comicios (dato de color, los más de 8 millones de votos conseguidos por Petro superan los conseguidos por Juan Manuel Santos para alzarse con la presidencia en el balotaje de 2014).

Días antes de asumir la presidencia, Iván Duque cumplirá apenas 42 años, convirtiéndose en el presidente más joven en la historia reciente de Colombia. Sin grandes pergaminos y con una trayectoria que puede ser resumida a su paso por el Senado entre 2014 y 2018, mucho se ha conjeturado respecto a la inexperiencia del candidato uribista. De hecho, él mismo había afirmado en 2011 que la experiencia parlamentaria no era suficiente para gobernar –en aquella ocasión refiriéndose paradójicamente a Gustavo Petro, quien aspiraba a la alcaldía de Bogotá [4]. En el futuro cercano, Duque demostrará si está realmente capacitado para el cargo que desempeñará o si se trata, simplemente, de un actor al servicio de Álvaro Uribe. Lo cierto, por el momento –y no es poco decir– es que el uribismo tendrá, una vez más, una nueva gestión al mando de Colombia.

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